Las preguntas, las reglas y la supervisión serán las bases a tener en cuenta para esta nueva etapa.
Tu pequeño ya está pidiendo celular. «Todos en la escuela lo tienen», te repite una, dos, siete veces; y, sinceramente, no sabes si será una buena idea.
Como padres pensamos en que el niño puede necesitarnos en cualquier momento y por ello debe tener un celular. Pero hay que considerar que los celulares de hoy pasan de ser simples teléfonos para convertirse en micro computadores capaces de ser una central de entretenimiento móvil muy completa.
Por ello es bueno que, antes de darle al niño su primer celular, te hagas las siguientes preguntas:
· ¿Cómo le está yendo en la escuela?
· ¿Tiene la madurez necesaria para manejarse con un teléfono celular?
· ¿Representa algún riesgo para el niño que lleve un smartphone en su maleta?
· ¿Cómo se maneja con otras tecnologías (tablet, consola de juegos y otras)?
· ¿Es flexible cuando se le pide dejarlas?
· ¿Colabora con las tareas de la casa?
A su vez, también es importante armar en conjunto con nuestro hijo un listado de reglas de comportamiento para el uso del teléfono en las que se limiten ciertos aspectos que, si de antemano quedan claros, nos evitarán muchas discusiones sin sentido.
· Limitar los horarios de uso.
· Los padres debemos tener los datos de acceso: usuarios y contraseñas. Asegurar los filtros de privacidad en todas las redes sociales.
· Está prohibido utilizar el teléfono durante las comidas y eso vale también para los adultos.
· Siempre pero siempre debe contestar a las llamadas de los padres, no se puede ignorar la llamada cuando está con amigos.
· No se puede escribir cosas hirientes o que no serían capaces de decir a la cara a un compañero.
· No se permite publicar, compartir o divulgar fotos propias o ajenas de partes íntimas o de situaciones avergonzantes.
· No aceptar amigos en ninguna red social si no los conocen fuera del mundo virtual.
· No mirar el mundo a través del celular. Disfrutar de las cosas que nos regala la vida y la naturaleza.